domingo, 3 de julio de 2011

LAS COMPETENCIAS DE LOS DIRECTIVOS EN EL SERVICIO NACIONAL DE SALUD INGLÉS

El National Health Service Leadership Qualities Framework (Marco de Competencias de Liderazgo) se ha desarrollado por el servicio nacional de salud inglés para identificar y describir las competencias que se espera que posean sus directivos. Este catálogo está basado en la evidencia, ha sido validado y se ha elaborado basándose en investigaciones realizadas con la colaboración de 150 directivos de todas las disciplinas dentro del servicio nacional de salud.

Describe 15 competencias agrupadas en tres categorías y con distintos niveles desde el cero que contempla los comportamientos negativos hasta el tres o seis según la competencia.

Las competencias se agrupan en las siguientes categorías:

I. - COMPETENCIAS PERSONALES:

Las cualidades y valores personales se encuentran en el centro del modelo ya que los líderes en el Servicio Nacional de salud(NHS) las van a necesitar para poder enfrentarse a la complejidad de las demandas de la labor que tienen que realizar.

Las competencias que se incluyen en esta categoría son:

• CONFIANZA EN UNO MISMO: tener la confianza interna necesaria para poder superar los obstáculos que se presenten para lograr los mejores resultados de mejora del servicio. Entre los comportamientos asociados se encuentran disfrutar con los retos, la defensa las creencias y trabajar más allá de lo obligado si la ocasión lo requiere. Es una competencia muy importante ya que en entornos sometidos a una gran presión y cambiantes los líderes tienen que tomar decisiones difíciles y vencer las adversidades. La confianza en las posibilidades personales ayuda para conseguir obtener el compromiso de los colaboradores y para actuar cuando hay que tomar decisiones para transformar un servicio que no reúne niveles aceptables de calidad.

• CONOCIMIENTO DE UNO MISMO: esta competencia implica la necesidad de conocer las fortalezas y debilidades personales, de ser consciente de las propias emociones y del impacto de nuestras acciones en los demás, especialmente al actuar bajo presión y cuando las prioridades de los otros difieren de las propias. Es importante porque ayuda a delegar el liderazgo a las personas adecuadas que puedan suplir nuestras debilidades en determinadas situaciones.

• AUTOCONTROL: significa poder gestionar sus propias emociones y mostrar resiliencia en una gama de situaciones complejas y exigentes. Esta competencia es importante porque para poder mejorar los servicios a los pacientes los líderes deben ser capaces de liderar los cambios que sean oportunos y para ello deben ser capaces de manejar sus emociones ante las situaciones difíciles y no perder el control ante las crisis que se puedan presentar.

• ORIENTACIÓN A LA MEJORA CONTINUA: implica el tener una motivación profunda para mejorar el desempeño en los servicios sanitarios y producir una diferencia en la calidad de vida y salud de la población. Esta competencia facilita el motor para que los líderes puedan transformar y mejorar los servicios sanitarios y les da la fuerza y resiliencia necesarias para gestionar los cambios a los que se enfrentan en sus roles con un fuerte compromiso.

• INTEGRIDAD PERSONAL: esta competencia busca crear un fuerte sentido de compromiso con la transparencia, la honestidad y altos estándares en la realización de la función de liderazgo. Para ello el líder debe actuar como modelo y debe se ejemplo de los valores que la organización pretende transmitir. Permite a los líderes actuar con honestidad en relación con los grupos de interés y facilitar la comunicación abierta y fluida con los mismos.


II. - MARCANDO EL CAMINO


El líder destacado establece una visión para el futuro, sobre la base del entorno y del contexto político y social de la atención. Esta visión debe se respaldada por flexibilidad intelectual y por la orientación a resultados para conseguir motivar e inspirar a los profesionales a trabajar con ellos. Las competencias que se encuadran en esta categoría son:

• MOLDEAR EL FUTURO: los líderes de alto rendimiento trabajan continuamente para moldear el futuro. Significa que están motivados para actuar para conseguir un futuro en el que los servicios sanitarios estén integrados y enfocados en atender las necesidades de los pacientes. Para ello deben estar alerta para aprovechar todas las oportunidades que se presenten que puedan beneficiar tanto a los profesionales que trabajan en los servicios como a los pacientes

• FLEXIBILIDAD INTELECTUAL: esta competencia implica que los líderes de alto rendimiento deben ser capaces de valorar rápidamente una situación y son capaces de llegar a conclusiones pragmáticas y de establecer las prioridades a corto y largo plazo teniendo en cuenta que los recursos son limitados. Son capaces de pasar de centrarse en los pequeños detalles a definir una visión para su servicio u organización considerando el entorno global. Para ello se muestran receptivos a las nuevas ideas y perspectivas de diversos sectores tanto internos como externos a la organización y fomentan el pensamiento innovador, la creatividad y la experimentación de los profesionales a su cargo.

• MENTALIDAD ABIERTA: los líderes de alto rendimiento deben dedicar tiempo para buscar información sobre los nuevos avances en gestión clínica y prestación de servicios sanitarios a nivel local, nacional e internacional para poder ir incorporándolos a su organización y para ello deben establecer las redes de contactos que lo faciliten.

• INTELIGENCIA POLÍTICA: esta competencia implica que los líderes que destacan deben tener la capacidad de saber lo que se puede y lo que no se puede hacer al establecer los objetivos para mejorar los servicios que se prestan. Para ello deben conocer y entender el clima y la cultura que existen tanto en su organización como en el entorno de la administración sanitaria. También tienen que conocer cuáles son los grupos de influencia tanto internos como externos a su organización y cómo implicarles y definir una estrategia acorde a las estrategias locales y nacionales.

• ORIENTACIÓN A RESULTADOS: los líderes de alto rendimiento deben estar motivados para transformar los servicios a los pacientes siempre que se requiera e incrementar la calidad de estos. Para ello deben fijar metas ambiciosas y tomar riesgos calculados, enfocando el trabajo propio y del resto de los profesionales hacia aquellas actividades que realmente marcan la diferencia y buscando activamente oportunidades para mejorar el servicio por medio de nuevas formas de trabajar y por el establecimiento de alianzas.

III.- PRESTANDO EL SERVICIO

Los líderes de alto rendimiento utilizan estilos de liderazgo que favorecen la integración y la colaboración para lograr sus objetivos. Las competencias que se incluyen en este apartado son:

• LIDERANDO EL CAMBIO A TRAVÉS DE LAS PERSONAS: para desarrollar esta competencia los líderes deben comunicar el propósito del cambio para mejorar el servicio y lograr el compromiso de los profesionales facilitándoles el que trabajen en equipo y colaboren para lograr el cambio. Deben mostrar un liderazgo fuerte y claro para motivar e inspirar a los profesionales a efectuar cambios y para que todos los grupos de interés colaboren y trabajen en equipo.

• RESPONSABILIDAD: esta competencia implica tanto el asumir la responsabilidad de realizar los compromisos adquiridos por los líderes como el desarrollar una cultura en la que cada profesional sea responsable del cumplimiento de sus responsabilidades, evitando crear una cultura de culpa y castigo.

• EMPOWERMENT DE LOS COLABORADORES: los líderes que destacan deben preocuparse de desarrollar a sus colaboradores. Para ello deben tener la humildad de trabajar en la trastienda y crear el espacio para delegar y que otros asuman el liderazgo en determinadas situaciones para que vayan ganando confianza y adquiriendo experiencia, deben tener la capacidad de detectar el talento y potenciarlo.

• INFLUENCIA ESTRATÉGICA: esta competencia implica que el liderazgo en los servicios sanitarios tiene que ejercerse en gran medida a través de la capacidad de influencia de los líderes. Para desarrollarla los líderes deben obtener resultados a través del trabajo con individuos y organizaciones sobre los que no se tiene autoridad formal y utilizar diversas estrategias de influencia para conseguir resultados que mejoren la asistencia sanitaria

• TRABAJO COLABORATIVO: los líderes a través de esta competencia deben ser capaces de trabajar colaborando con los distintos grupos de interés, internos y externos, que intervienen en la prestación de servicios sanitarios. Para ello deben asegurar que la estrategia y la provisión de servicios se realiza con la participación de todos los grupos cohesionados, ser conscientes y sensibles a los distintos puntos de vista e intereses de cada colectivo, crear las condiciones para el trabajo colaborativo, promover el compartir la información y el establecer prioridades para el uso de unos recursos limitados y el llegar a soluciones comunes ante los problemas que se planteen.

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