miércoles, 20 de marzo de 2013

GESTIÓN DE LA ADVERSIDAD EN SITUACIONES EXTREMAS




El pasado 14 de marzo  se celebró en la sede de Caixa Forum Madrid  y organizado por Aedipe Centro y la Fundación Cares el Foro Madrid 2013 para el Desarrollo delTalento y la Competitividad en las Organizaciones. En él Francisco José Gan, director general de la Academia Militar de Zaragoza,el primer español y el tercer hombre en la historia en conquistar el Polo Norte, el Polo Sur y el Everest  y colaborador de “Al filo de lo Imposible”  centró su ponencia en la “gestión de la adversidad”, a través de sus experiencias en la expedición realizada en 1999 para alcanzar el Polo Norte Geográfico: 936 km caminando sobre el océano glacial ártico tirando de barcas individuales durante 62 días. 

Comenzó a su intervención recalcando la importancia que tiene para que un proyecto tenga éxito el haber fijado previamente un objetivo que esté perfectamente definido, con una finalidad clara y bien marcada, y que sea alcanzable y medible.

Una estrategia para intentar disminuir el nivel de incertidumbre consiste en planificar adecuadamente los pasos a seguir. Es aconsejable trazar por lo menos dos escenarios: el más probable y el más peligroso. 

Otra etapa fundamental es la de selección del equipo humano. En situaciones en las que se supone la adversidad va a jugar un papel importante señaló la necesidad de buscar profesionales con un perfil determinado que se caracterice por:

a).- Calidad humana. Según Gan es la cualidad más importante ya que es necesario contar con buenas personas que tengan la capacidad de perdonar.

b).- Actitud y aptitud para el trabajo en equipo.

c).- Carácter. Se necesitan personas inteligentes y creativas, que asuman responsabilidades. No se busca la docilidad ni la disciplina ciega.

d).- Resiliencia. 

Siempre que sea posible es conveniente someter a las personas a situaciones de gran tensión para ver sus reacciones.

Al seleccionar hay que ser conscientes de que la responsabilidad se va a ejercer tanto de forma individual como colectiva ya que es posible que cada miembro del equipo vaya a tener que ejercer el liderazgo en el área en que son expertos en algún momento concreto. 

Francisco Gan destacó los comportamientos  y emociones que se suelen producir ante situaciones extremas:

1.- Desánimo. Se produce por la brecha entre las expectativas y la realidad. Planteó las siguientes sugerencias:

a).- Intentar contenerlo. Colocar en una escala las causas del desánimo e ir adaptándonos al terreno de juego que nos toque.

b).- Seleccionar un objetivo sencillo y cumplirlo extraordinariamente bien.

c).- Prescindir de objetivos muy ambiciosos e inalcanzables y seleccionar los posibles. En su caso, por ejemplo, era adaptar a la realidad el número de kilómetros que se podían recorrer diariamente.

d).- Aceptar el sufrimiento.

e).- Compartir y reconocer los pequeños triunfos de los demás. 

2.- Frustración al no cumplirse los planes y surgir diversas contingencias no previstas. Recomendó las siguientes tácticas para intentar vencerla:

a).- Utiliza la estrategia de la aproximación indirecta. Si no tenemos fuerza suficiente para abatir aquello que se interpone podemos hacer un mapa mental que nos permita incorporar pequeños objetivos que nos van a ir acercando hacia nuestra meta. 

b).- Buscar objetivos secundarios, si el principal se muestra inalcanzable. Localizar un objetivo que se pueda cumplir. 

c).- Reírnos de nosotros mismos y de lo que nos pasa para intentar desdramatizar la situación. 

3.- Monotonía. Somos seres de rutina y nos sentimos a gusto con ella. Para Gan existen dos tipos de personas: los expertos y los innovadores que buscan la forma de resolver las cosas de forma distinta, buscando mejorarlas. En situaciones difíciles es conveniente contar con personas innovadoras.


4.-  Agobio ante el peligro constante. Es fundamental, en estos casos:

a).- Racionalizar: identificar los riesgos para saber cómo debemos reaccionar ante ellos. 

b).- Coexistir con ellos, intentando minimizarlos, aunque nunca obviarlos. Si podemos eliminarlos hacerlo. En caso contrario asumirlos y prepararnos para vencerlos utilizando el sentido común y los procedimientos previamente establecidos. 

5.- Egoísmo. Se presenta en situaciones extremas cuando se ha perdido el foco en el interés del equipo, por algún motivo. Aparece siempre en situaciones de gran tensión. En equipos que no pueden parar se resuelve a través del altruismo. 

6.- Atomización. Es lo peor que le puede ocurrir a un equipo, sobre todo en situaciones extremas. Se produce porque un miembro del equipo tiene un exceso de capacidad y piensan que todos tienen que mantener su ritmo y hacer lo mismo que él. Se olvida la voluntad de aunar y se rompe el equipo. Se corta manteniendo una disciplina férrea  de comunicación  y de relación y procurando compartir las emociones y situaciones. 

7.- Búsqueda del límite. En el caso de un equipo formado por  personas muy competentes se va convirtiendo  en una serie de franjas que se van cruzando. Se motivan y empujan unos a otros para mejorar. Siempre a la hora de fijarlos hay que procurar no dejar a nadie detrás para no romper la cohesión del equipo. 

8.- La “intoxicación del laurel”. Se evita reconociendo las aportaciones individuales de cada persona que ha intervenido en el logro de una meta, sin olvidar a nadie y resaltando el papel del equipo en su conjunto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario