miércoles, 27 de julio de 2016

5 RECOMENDACIONES PARA SOBREVIVIR EN EL TRABAJO CUANDO TU JEFE NO TE RESPETA


Christine Porath, profesora asociada de management en la Universidad de Georgetown, en hbr.org del pasado 22 de junio, plantea que en un estudio que realizó encuestando a 20.000 profesionales de distintos sectores y organizaciones encontró que lo primero que éstos piden a sus líderes es RESPETO, por encima del reconocimiento, de comunicar una visión inspiradora, de facilitar feedback útil y hasta de las oportunidades de aprendizaje y desarrollo.


Deseamos desesperadamente ser valorados, por nuestros líderes, nuestros compañeros y nuestras organizaciones. Desgraciadamente muchos profesionales sienten que no se les respeta en el trabajo. De los encuestados un 54% opinaban que no eran tratados con respeto de forma habitual por sus líderes. Estas cifras se disparaban al incluir a los compañeros y a la organización en su conjunto.

Porath recomienda que ante estas situaciones su investigación muestra que la mejor respuesta consiste en tomar medidas para fomentar una sensación de bienestar y florecimiento. En este estado psicológico los individuos experimentan un sentimiento de vitalidad y de aprendizaje, de tener energía y vivos y de que continuamente están mejorando aquello que hacen.

La autora propone para promover este estado las siguientes recomendaciones:

1.- Gestionar nuestra energía. El descanso, el ejercicio, una alimentación sana y la gestión del estrés contribuyen a mantener a raya los efectos nocivos de la falta de respeto. El descanso es particularmente importante. Diversos estudios muestran que una falta de sueño incrementa nuestra susceptibilidad ante las distracciones y nos roba nuestro autocontrol con lo que disminuyen nuestras capacidades para responder adecuadamente a la falta de respeto. También han demostrado que hace que nos sintamos más amenazados ante cualquier estímulo, aunque sea débil, más desconfiados, más hostiles y hasta reaccionemos con una mayor agresividad.  

El sentirnos maltratados nos produce irritación, miedo y tristeza. Aquellas personas que hacen ejercicio de forma regular son menos proclives a enfurruñarse y se encuentran en una mejor situación para reponerse tras interacciones negativas. Distintas investigaciones han encontrado que el ejercicio corta los síntomas de ansiedad en un 50% de las ocasiones, distrae a las personas de sus preocupaciones, reduce la tensión muscular e incrementa la resiliencia.

Un alimentación adecuada tiene también un efecto positivo: por ejemplo si nos sentimos hambrientos responderemos peor ante las frustraciones. Del mismo modo el utilizar técnicas de mindfulness, que nos ayudan a procesar las situaciones con mayor lentitud y cuidado puede ayudarnos a enfrentarnos a la falta de respeto.

2.- Encontrar el sentido o propósito de nuestro trabajo. Pensar que nuestros esfuerzos van encaminados a un trabajo que tiene un propósito, cuanto más trascendente mejor, incrementa la resiliencia.

3.- Buscar relaciones positivas. Para neutralizar los efectos de las personas negativas que tratan de hundirnos necesitamos rodearnos de un pequeño grupo de personas que nos transmitan energía positiva.  No es difícil identificarles: son aquellas personas en nuestras vidas que nos hacen sonreír y reír y nos elevan el ánimo. Debemos procurar pasar más tiempo con ellos.

4. Identificar áreas para el crecimiento perseguir  activamente el desarrollo en las mismas. Los investigadores Teresa Amabile y Steven Kramer han encontrado que el progreso es el motivador más potente en el trabajo., desplazando al reconocimiento y a las retribuciones económicas. Debemos continuar nuestro aprendizaje o desarrollar nuevas habilidades. Si invertimos en nosotros mismos nos haremos más resilientes ante la negatividad en nuestro ambiente laboral.

Una estrategia consiste en encontrar un mentor que evite que caigamos en una situación de estancamiento y nos ayude a centrarnos en nosotros y en nuestro futuro.

5.- Disfrutar fuera del entorno laboral. Tener una vida plena nos da fuerzas para acometer las adversidades y para crecer en nuestros trabajos y para evitar los efectos nocivos en nuestra salud del malestar de los ambientes tóxicos.  


En casos extremos, Porath aconseja un cambio de puesto de trabajo o incluso de organización. 

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