miércoles, 29 de noviembre de 2017

CÓMO SER UN LÍDER REFLEXIVO


Alaina Love en SmartBrief on Leadership del pasado 27 de noviembre plantea que entre las cualidades más sobresalientes que tienen los líderes más eficaces destaca la habilidad de encontrar sentido a sus experiencias derivadas de las interacciones que se producen cotidianamente en el trabajo, especialmente cuando las situaciones suponen un desafío.

Esta cualidad reflexiva es como un músculo que se desarrolla si se ejercita y se atrofia si no lo hacemos.  Es el músculo del liderazgo que requiere que se practique un trabajo reflexivo para que éste no consista en apagar fuegos constante que consume todo el tiempo y roba toda nuestra energía y permita al líder mantenerse centrado del que sus profesionales pueden depender.

La autora recomienda una serie de acciones para mantener esta actitud reflexiva en el trabajo:

1.- Conocer quiénes somos. Para muchos de nosotros el trabajo constituye una parte importante de nuestra identidad y nuestra conexión con la organización es, con frecuencia, la forma como nos describimos a nosotros mismos ante los demás. Pero los mejores líderes son conscientes de que son más que un cargo y operan de acuerdo a un conjunto definido de valores que se alinean con su identidad y que son el ancla que les ata a su verdadero norte, permitiéndoles en situaciones desafiantes actuar de forma centrada y auténtica.

Love sugiere escribir los cinco valores que son más importantes para nosotros y articular cómo pensamos que se pueden traducir en acciones.

2.- Desarrollar prácticas introspectivas. Diversas investigaciones han mostrado los  beneficios de dedicar tiempo a reflexionar tranquilamente sobre nuestros pensamientos, por ejemplo antes de una reunión o de la meditación.

3.- Respirar. El entorno laboral suele estar lleno de estresores que pueden periódicamente arruinar nuestro equilibrio y dificultan que trabajemos reflexivamente. Una de las señales de que esto está ocurriendo es que nuestro patrón de respiración varía y puede disminuir la llegada de oxígeno al cerebro al contener la respiración. Si aprendemos a respirar de forma reflexiva lograremos reducir los efectos del estrés como ha mostrado la Dra. Emma Seppala  con sus investigaciones sobre el efecto de la respiración para la disminución del estrés.


4.- Evitar realizar varias tareas a la vez. Las demandas diarias en el trabajo pueden llevarnos a creer erróneamente que el abordar diversas tareas simultáneamente es la única forma de conseguir que todo se haga. Pero el resultado real es que la atención que prestamos a cada actividad se diluye reduciendo la calidad de nuestro trabajo.

5.- Programar una reunión semanal de 20 minutos con nosotros mismos. Los mejores líderes dedican tiempo semanalmente para una reunión privada en la que son los únicos asistentes. Este tiempo lo dedican a reflexionar y responder a la pregunta. “¿Qué he aprendido sobre mí a través de todas las experiencias de esta semana?” Practican una forma de contemplación a la que la autora llama “reflexión inspirada en el trabajo” que les permite encontrar el significado de sus experiencias, aprender más sobre su liderazgo y planificar cómo aplicar estas enseñanzas en el futuro.


6.- Fomentar el trabajo reflexivo en el equipo. No es suficiente que el líder practique el trabajo reflexivo sino que es necesario que anime a los miembros de su equipo a que lo hagan también. Compartir sus metodologías es una forma de ir creando la cultura adecuada así como generar situaciones que inspiren a los integrantes de  su equipo a ser más reflexivos.

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